Antes de comprar un producto publicitado como natural, los especialistas aconsejan leer la etiqueta y considerar que provenga de un laboratorio acreditado. El exceso de ciertos componentes afecta a personas con enfermedades crónicas y generan reacciones adversas.
Un informe de la revista norteamericana Consumer Reports reveló que los suplementos vitamínicos deben ser tomados cuando hay una verdadera deficiencia y no deben convertirse en un sustituto para un estilo de vida saludable.
La publicación añadió que algunos productos naturales son modificados con los ingredientes activos de los fármacos de prescripción, por lo que las personas a menudo experimentan efectos secundarios no deseados al tomarlos.
Las altas dosis de vitaminas y minerales en los suplementos presentan otro peligro. Las personas que toman más del 100 por ciento de la dosis recomendada de un nutriente podrían tener reacciones adversas.
El médico internista ecuatoriano Alberto Campodónico, alertó las personas deben fijarse en un ‘respaldo científico’ de los suplementos y en el contenido de proteínas, carbohidratos y lípidos descritos en las etiquetas. “Independientemente de las vitaminas A, B, calcio, magnesio o zinc, hay polvos que tienen proteínas en exceso”.
Campodónico manifestó que no siempre hay un efecto contrario, pero no actúan para el propósito por el que fueron adquiridos. Se recomienda consumir polvos energéticos con un contenido normal de proteínas, porque de lo contrario afectaría a los riñones.
Lo ideal para una persona, que no es atleta regular, es consumir entre 1,2 a 1,6 gramos de proteína por kilo de peso.
El galeno enfatizó que cada paciente debe ser medicado de acuerdo a su patología: “A una persona con diabetes se le debe recetar un medicamento con proteínas y baja cantidad de glucosa”. Campodónico recordó que no siempre se pueden ingerir los productos que publicitan en televisión, a menos que sea una persona que no tenga ninguna enfermedad.