Según un artículo publicado en la revista científica Trends in endocrinology & metabolism, el simple gesto de bajar la temperatura de nuestro salón u oficina un par de grados podría ayudarnos a bajar de peso.
Los autores del artículo, que llevan estudiando el tema durante más de diez años, aseguran que la exposición a temperaturas ligeramente más frías nos ayuda a quemar calorías. Descubre los ocho beneficios de los besos para la salud.
Tras más de una década estudiando la relación entre la grasa y la temperatura, en 2009 descubrieron que un tejido llamado grasa marrón se encuentra también en personas adultas y no sólo en los niños. Este tejido adiposo marrón es diferente de la grasa blanca, asociada a la obesidad.
Las células de este tejido juegan un papel fundamental en el control de nuestro organismo sobre la temperatura corporal, produciendo calor cuando la temperatura exterior es fría. Además, los investigadores han observado que esta grasa marrón se encuentra en mayor cantidad en las personas que no sufren de obesidad que en las que sí la sufren.
El equipo de investigadores añaden en el artículo de la revista que un periodo de aclimatación a una temperatura inferior hace que nuestro organismo produzca más tejido adiposo marrón. Además el cuerpo se acostumbra a esas temperaturas y hace que nos acabemos encontrando más cómodos en ellas.
Los autores del artículo admiten que «una exposición más frecuente al frío no va a salvar al mundo de la obesidad, pero es un factor serio a considerar para crear un estilo de vida más saludable». Por tanto, aconsejan disminuir un par de grados la temperatura de nuestra oficina o nuestra casa para hacer que el cuerpo ajuste su temperatura interna e incremente la producción de esa grasa marrón.
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